¿Haciendo Home Office? Qué hacer y qué noBien lo dijo el Tío Ben, “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, bueno, pues esta frase aplica también a cuando hacemos Home Office (trabajar desde casa). Si bien el trabajar desde casa no solo nos ahorra costos y tiempo de transporte, la gente de nuestro trabajo espera que los usuarios trabajando desde casa mantengan el mismo grado de profesionalismo y motivación que los que están en la oficina. Poniéndolo en claro desde la perspectiva del negocio, el proveer el mejor servicio al cliente posible, sin importar su ubicación geográfica, es el objetivo de la empresa.

Muchos usuarios, sin embargo, se preguntan cómo es posible mantenerse con la misma actitud de trabajo al estar en pijama trabajando desde casa pero sin ser distraído por los deberes y responsabilidades que también tenemos en el hogar. A continuación tres consejos de lo que se debe hacer y que NO, para facilitar que nuestra productividad sea la misma o mayor, cuando trabajamos desde la comodidad de nuestra casa.

La Comunicación es la base de toda Relación

Llámese relación amorosa, de amistad o en el caso que nos interesa, laboral, la comunicación es la base para cualquier relación, por lo que el estar en contacto con compañeros de trabajo, ya sea a través de chat, teléfono o videoconferencia web, es la clave para compartir conocimiento, experiencias, ideas y ayuda en el proceso de pedir apoyo cuando lo necesitamos. Si bien la idea de sólo voltear a ver a un compañero de trabajo, que se sienta junto a nosotros en la oficina, para preguntarle algo, no es posible cuando se trabaja desde casa, bien podemos mandarle un chat y emulando este proceso.

No hay lugar como el Hogar

No hay lugar como el HogarExcepto cuando trabajamos desde el hogar. Suena paradójico ¿no?. Debemos de tener claro que sin importar que estemos en nuestra casa, estamos trabajando y es necesario evitar distracciones como atender al cartero, atender a la puerta cuando suene el timbre o suene una llamada personal en nuestro teléfono, al final de cuentas, si estuviéramos en la oficina, no haríamos nada de esto ¿o sí?. También es importante que los miembros de nuestra familia sepan que estamos en horario laboral, esto ayudará a tener fronteras y límites y que nos nos suceda que en medio de una videoconferencia, por ejemplo, entren los niños a jugar a nuestra “oficina”.

La cocina es el corazón de la casa

Oh sí, pero con todo el dolor de nuestro corazón, tenemos que evitarla a toda costa. Bueno no a toda costa, pero es necesario afrontar ciertos desafíos y establecer horarios de comida y descanso, es decir organizar nuestro día, de nuevo, como si siguiéramos en la oficina. Conociendo nuestras metas del día, cosas qué hacer y definiendo prioridades, crearemos un proceso de disciplina para seguir nuestra rutina. Y lo mismo aplica para momentos de descanso como el break del cigarro.

Conclusión

El lugar desde donde trabajemos es irrelevante, recordemos la frase “Trabajo es lo que hacemos, no desde donde lo hacemos”. El hacer home office debe de dar resultados positivos tanto a los trabajadores como a nuestros clientes que seguirán recibiendo la mejor atención y por tanto experiencia de usuario posible. Las personas que trabajemos desde casa debemos de poder motivarnos a nosotros mismos y entrar en ese estado de ánimo para que podamos lidiar con las posibles distracciones que vivimos en el día a día.